Independientemente de que sea verano o invierno, haga frío o haga calor, uno de los puntos más importantes cuando montamos en bicicleta es el mantenernos correctamente hidratados. Para que el estar hidratados mientras montamos en bicicletas sea un auténtico juego de niños, vamos a daros unos cuantos consejos que os ayudarán.
Índice
¿Por qué necesitamos beber?
El principal objetivo de la hidratación es la de ayudarnos a mantener el suficiente volumen de sangre para hacer dos cosas importantísimas: mantener nuestros músculos trabajando y producir sudor para mantener nuestro cuerpo fresco.
Cuando nuestro cuerpo pierde demasiada agua, la sangre se vuelve más espesa, le cuesta trasladar mucho más el oxígeno y baja nuestro rendimiento.
Un dato para que te hagas a la idea de lo importante que es la correcta hidratación: perdiendo solamente el 2 por ciento del agua en el cuerpo, empieza a aparecer un descenso en el rendimiento.
La sed, nuestro principal enemigo
Si cuando vas encima de la bici, solo bebes cuando tienes sed, lo más probable es que cuando termines tu ruta ya estés deshidratado. La sed es un mensaje que nos envía nuestro organismo avisandonos de que nos estamos deshidratando, por lo que a los primeros síntomas, deberíamos tomar las medidas oportunas (beber), ya que contamos con escaso tiempo para poder revertir la deshidratación.
La deshidratación trae consigo un conjunto de efectos negativos como un aumento de la frecuencia cardiaca, un aumento de la temperatura de nuestro cuerpo, se incrementa la sensación de fatiga y corremos el riesgo de ser afectados por un golpe de calor o lesión.
No debes olvidarte de hidratarte, antes durante y después…
Así que ya sabes, mientras estés pedaleando (o realizando cualquier actividad física) nunca esperes a tener sed para beber. Lo aconsejable es que bebas pequeñas cantidades de líquido cada 15-20 minutos.
Igual de importante es rehidratar nuestro cuerpo después de realizar cualquier esfuerzo físico continuado, ya que ayuda a acelerar la recuperación. Las bebidas isotónicas son una buena ayuda, aunque también es totalmente válido hacerlo tomando agua o alimentos como yogur y fruta.
Algunos trucos y mitos sobre la hidratación
- Tomar bebidas frías durante el ejercicio ayuda a absorber el calor y mantener la temperatura de nuestro cuerpo más fría, permitiéndonos realizar esfuerzos durante mayor tiempo (un 13% más, según algunos estudios) con altas temperaturas.
- Uno de los mitos más escuchados es que beber electrolitos evita los calambres, cosa que no es del todo cierta. Algunas investigaciones recientes, han demostrado que si sufrimos calambres, es más probable que sea debido a un nivel de fatiga y un esfuerzo excesivo para nuestra condición física, que por sufrir una deshidratación.
- La hidratación es igual de importante en invierno, incluso nos atreveríamos a decir que algo más. Una temperatura climática más fría, puede ocultar algunos de los síntomas que nos llevan hasta la deshidratación. El ir más abrigados puede hacer que la sudoración aumente, perdiendo una gran cantidad de agua de nuestro cuerpo casi sin realizar ningún esfuerzo. Así que mucho ojo!